Esta web, cuyo responsable es Bubok Publishing, s.l., utiliza cookies (pequeños archivos de información que se guardan en su navegador), tanto propias como de terceros, para el funcionamiento de la web (necesarias), analíticas (análisis anónimo de su navegación en el sitio web) y de redes sociales (para que pueda interactuar con ellas). Puede consultar nuestra política de cookies. Puede aceptar las cookies, rechazarlas, configurarlas o ver más información pulsando en el botón correspondiente.
AceptarRechazarConfiguración y más información

Antonio Ruiz Salvador

Vivo en el caserío de Blandford, en la provincia canadiense de Nova Scotia. Nací el 16 de febrero de 1937, en Madrid. Hice el bachillerato en el Colegio "Estudio" y el vago en Derecho (1954-1959), carrera que por aquel entonces tenía muchas salidas pero la mejor era por Barajas. Me fui a Churwalden, en el cantón de Graubünden, detrás de la hija del director del Albert Schweitzer College y, como compensación por las calabazas recibidas nada más pisar tierra helvética, durante aquel curso deslumbrante de 1959-1960 aprendí a leer y a estudiar. En 1961 recalé en los Estados Unidos, donde conseguí la licenciatura en Brandeis University (1963) y el doctorado en Harvard University (1968). Fui profesor de lengua y literatura españolas en Harvard (1967-1973), y también de historia de España en Dalhousie University (1973-1998). En 1971 publiqué "El Ateneo Científico, Literario y Artístico de Madrid (1835-1885)" en Tamesis Books, Londres, libro que aún sigue aliviando insomnios. A éste siguió el bodrio "Ateneo, Dictadura y República" (Valencia: Fernando Torres Editor, 1979), y no sigo por no aburrir al personal. Estos platos fuertes fueron guarnecidos por las aportaciones tradicionales que marcan los pasos pecadores de todo profesor universitario: capítulos en libros colectivos, artículos sesudos y reseñas sabihondas, todo ello sufragado por un surtido variado de becas de investigación que aún me sonrojan. Al jubilarme del sagrado apostolado de la docencia me dispuse a hacer, por fin, algo de provecho en esta vida, empezando por conocerme a mí mismo, capricho natural de los que ya saben a donde van, o no les importa, pero no de dónde vienen. Una embolia sufrida en 2002 añadió urgencia a todo esto y justifica mis prisas por dejar las cosas claras y por escrito antes de que la Parca, etc.